Siempre pasa, cuando tienes un número de teléfono importante que escribir, o cuando el profe que dicta más rápido de lo que puede hablar empieza a dictar y tu lápiz no se digna a escribir por más que rayes las hojas de atrás. Hay muchas cosas más pero todo esto tiene una solución.
Necesitaremos:
1 lápiz de pasta que no escriba
1 encendedor
2 manos
Simplemente calentamos la punta metálica del lápiz con el encendedor por 5 segundos aproximadamente... ¡Voilá!
¿Por qué sirve esto? Simple, tu lápiz no escribe porque la tinta de la punta se secó y no permite el flujo de tinta fresca. Cuando lo calientas derrites ese "coágulo" de tinta.
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